Disfraces
El término carnaval procede del italiano “carnevale”, del sintagma "carne levare", es decir, "retirar la carne". En castellano antiguo se hablaba del “antruejo”, del latín “introitum”, "entrada", porque se entendía que el carnaval daba inicio a la Cuaresma. En realidad lo precede.
El término carnaval es por tanto un
concepto íntimamente ligado al de Cuaresma, a su vez procedente del latín “cuadragésima”, en alusión a los cuarenta
días que transcurren desde su inicio, el miércoles de
ceniza, hasta el domingo de Resurrección.
El motivo principal, era el hecho de despedirse de comer carne y
de llevar una vida licenciosa durante el tiempo que se avecinaba de cuaresma.
Eran 3 días de celebración a lo grande, buenas comidas y mucha diversión, todo
lo contrario a lo que estaba permitido en tiempo de cuaresma, un periodo que se
destinaba a la abstinencia, recogimiento y el ayuno, acompañado de oraciones,
penitencia y espiritualidad religiosa, de ahí que cada uno se disfrazara,
tapase el rostro y salvaguardase el anonimato. Todo estaba permitido en el
carnaval.
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